¡Que hablen de uno, aunque sea bien!

Ayer descubrí por mí mismo, que las viejas glorias, nunca mueren.

Ah! ¡¡y que yo soy una vieja gloria!! Aunque eso más que descubrirlo, lo corroboré.
Después de prácticamente un año sin salir por el ambiente de forma habitual, aún existen personas que se acuerdan de mí, aunque sea para criticarme.
No solo eso!!! sino que además, se pasan el trabajo de crearse varios perfiles para mandar mensajes a la gente hablando de mí.
¿Quién puede decir que le ha pasado eso alguna vez? Seguro que casi nadie.

La mayor parte de la gente pasa desapercibida. Vas por la calle y ves a un montón de gente, pero no te importa nadie, no te molestas tan siquiera en ver de donde vienen, ni te preguntas a donde van (bueno, a no ser que sea un chulazo, entonces igual te paras un momento para ver qué hace).
Quizás hasta tú seas una de esas personas que la gente ve, pero en las que no se fijan.
Yo puedo decir que no soy uno de tantos, he dejado huella en alguien que por lo visto, después de un año y pico, todavia se acuerda de mi aunque no me vea.

Muchos dirán, "¡eso no es así!", "¡mis padres me quieren!", "¡mis amigos se acuerdan de mi!", bla bla bla...
Eso es lógico, pero todo ello es fruto de una relación que has tenido con esa persona; has compartido cosas con esa persona, te ha dado cosas a ti, sientes algo hacia ella... pero en mi caso, ni siquiera conozco a esa persona.
Quizás él/ella sea una de esas tantas personas con las que me he cruzado alguna vez en la vida y que han pasado desapercibidas. Puede que ese sea el origen de todo; el dolor que pude haberle causado con mi indiferencia.

Pero todo el mundo sabe que todo logro implica un sacrificio, siento que para que yo tenga que disfrutar de la fama, otros tengan que sufrir; pero así es el mundo...

Unos estamos hechos para la gloria, y otros lo están para el fracaso.